Por estudiococinasdc
Publicado el día 19 mayo 2020
En decoración podemos conseguir un espacio mucho más amplio y luminoso de lo que realmente tenemos, solamente necesitamos un poco de ingenio y buenas soluciones.
Primero os enseñamos todo un clásico, “Más cristal, más luz”. Sustituye una de sus paredes por tabiques de cristal o una puerta corredera en este material. Es verdad que implica una pequeña obra, pero vale la pena. No solo inundarás de luz la cocina, sino que ganarás sensación de amplitud.
El cristal también se puede incorporar en la trasera de la zona de trabajo, es una de las zonas de la cocina más expuesta a salpicaduras, por lo que es básico protegerlo para facilitar su mantenimiento. Si no optamos por el alicatado convencional es importante proteger esta zona y que mejor que con un cristal que nos aporte más iluminación.
No te olvides de los electrodomésticos. Úsalos como “espejos” de la luz. ¿Cómo? Elígelos de acero inoxidable o panelados igual que los muebles, sobre todo si estos son de acabado brillante. Cualquier pequeño detalle cuenta a la hora de sumar claridad a la cocina.
Respecto a las encimeras, podemos apostar por un material en acabado claro y con un punto brillante. Si tienes los muebles en blanco, puedes optar por un tono un poco más subido para crear un sutil contraste, es conveniente crear volúmenes y cambios de color. Cuanto más pequeño es el espacio los blancos y tonos claros deben ser los principales, pero podemos darle ese toque de color para romper.